OBRAS NUEVAS PARA LA CIUDAD…


En ocasiones cuando transitamos por nuestra ciudad, admiramos aquellas obras públicas como parques, edificios, que EL ESTADO… construye para el bienestar de todos,  y las seguimos admirando en la medida que seguimos transitando, hasta que hay  un momento en el cual ni las tenemos presente, estas ya se nos van saliendo de la memoria urbana y de poco van desapareciendo hasta quedar en un semi-olvido o sencillamente en una construcción vieja y abandonada, llena de descontento ciudadano… a diferencia de aquella obra privada que también inicio admirada y continua siendo admirada al pasar del tiempo… y en ocasiones nos preguntamos…por que?.

La respuesta puede ser sesgada pero con un poco de conocimiento de causa… y no es más que a las siguientes causas entre otras:

La falta de civismo y amor por el patrimonio público, cuando con una mala interpretación de que todo lo que es del Estado… ha sido para el beneficio de unos pocos…, es de mala calidad y hasta en ocasiones somos indolentes con ellas, siendo el blanco de manifestaciones que transmiten su descontento contra estas obras, como si ellas tuvieran la responsabilidad de todo lo ocurrido.

El egoísmo de los mandatarios de turno que creen que con el inaugurar obras y obras… obtendrán el mayor reconocimiento por todos los tiempos, sin pensar que sus admiradas obras les pasara lo mismo que aquellas que  él ha obviado e ignorado de administraciones anteriores, cuando otro mandatario de turno quiera y pretenda ser reconocido en el pasar del tiempo.

La falta de una política pública de mantenimiento de los bienes inmuebles públicos, con seguimiento y presupuesto, con el único objetivo de mantenerlos en buen estado y al servicio de la comunidad, talvez es utópico pensar en una, propuesta como esta, cuyos recaudos no son votos y menos el  reconocimiento de aquellos desprevenidos transeúntes que aun se detienen un poco y levantan la mirada para observar los cambios de su habitad,  pero lo que si es claro es que estos inmuebles perduraran en el tiempo al servicio de sus usuarios, ya que estarán en buen estado y no será tanta la inversión a la hora de adecuarlos, de lo contrario  llegara aquel funcionario que tiene que optar por demoler y volver a construir… porque su costo es mayor al adecuarlo.

Después de esta pequeña reflexión y con todas las posibilidades a estar equivocado, creo… Que es más fácil construir una obra pública… que mantenerla.

 

LEAT